La imagen del Congreso de la República siempre está ligada al rechazo ciudadano, con varios Congresistas actualmente investigados por corrupción, colusión, peculado, malversación, negociación incompatible, etc. Cerrando el año 2022, el 82% de entrevistados desaprueba su labor, y sólo 11% la aprueba.
Los ciudadanos no se sienten representados por los parlamentarios, un Congreso lleno de renuncias y transfuguismos. Con partidos políticos que no pueden mantener la estructura con la que fueron elegidos en las urnas. La principal razón de este fenómeno se debe a que el sistema de partidos en el Perú es “prácticamente inexistente” y que en el imaginario colectivo lo que prima son “vientres de alquiler y partidos combis”.